sábado, 26 de octubre de 2013

Por los cerros buscando a Sebastiana - viernes 18

Ya que la anterior visita a Valparaíso no fue por turismo, volvimos para disfrutar de sus pintorescas calles, sus mercados, el puerto y otra de las casas de Neruda, la Sebastiana. Don Eduardo se ofreció a llevarnos y así no tuvimos que estar pendientes del tráfico y el aparcamiento, excelente idea

Ese día comenzaba la campaña electoral y Viña del Mar y Valparaíso eran un puro cartel, cada dos o tres metros había uno en el suelo, además de los que ya estaban los días anteriores colgados de las farolas, etc., resultaba bastante exagerado y un elemento de distracción para los conductores
Carteles en las aceras en Viña
La primera parada fue frente al Congreso Nacional, que tras 16 años de receso por la dictadura, reinició su actividad en 1990, en un nuevo edificio en Valparaíso
Congreso de los diputados
Cerca del Congreso, está la iglesia de los Doce Apóstoles. Construcción de 1875, que sirvió de hospital de campaña en la guerra del Pacífico, en la que se enfrentó Chile a Bolivia y Perú. En 2003 fue declarada monumento histórico. En la imagen se aprecian las grietas y partes derrumbadas como consecuencia del terremoto de febrero de 2010
Iglesia actualmente
 Imagen de la iglesia en 2009, antes del terremoto
Después pasamos por el mercado central, un mercamadrid en medio de la ciudad, en un barrio algo peligroso, según nos comentan
De camino a los cerros vimos uno de los ascensores que hay para acceder a estos, íbamos a tomar uno, pero lo estaban reparando, lo que supuso un alivio para Zuce...
Los cerros de Valparaíso reunen un paisaje variado, calles muy empinadas, de difícil acceso, casas humildes y otras no tanto, colores por todas partes, arte rezumando por las esquinas, ambiente bohemio y decadente, me encanta, disfruté muchísimo de esta visita, no en vano, Neruda escogió este enclave para una de sus casas, la Sebastiana
Calle en el cerro con casa monísima al fondo
Llegamos a la Sebastiana, como en el resto, no se pueden hacer fotos, así que el documento gráfico es algo pobre e igual que en la de Isla Negra, resulta complicado explicarlo. Esta es muy diferente en cuanto a construcción, tiene cinco pisos, ya que el solar es mucho más pequeño y a lo alto, o a lo ancho, Neruda necesitaba multitud de estancias diferenciadas para vivir el mar, la amistad, el amor, etc., y tener el espacio suficiente para expresar todo eso en palabras

En un precioso salón, mirando al mar, como todas las estancias, tiene un sofá y un reposapies, manchados de la tinta verde con la que siempre escribía y que añoró tremendamente cuando estaba de cónsul en París
Vista de la Sebastiana
Comienzo de la visita, matenimiento patrocinado por Telefónica de España...
En la misma calle, junto al museo, vemos una muestra del arte callejero en las fachadas y hasta en las farolas
El arte no se limita a la expresión gráfica, la música también está presente
Vendedor ambulante con su guitarra
Parte del puerto desde el cerro, los buques de la armada siempre presentes
De vuelta a Concón pude fotografiar una de las muchas indicaciones que hay para evacuar en caso de tsunami, allí viven esa terrible realidad como algo normal en su día a día y hacen simulacros habitualmente. No hay ley de costas y muchas casas y locales están edificados a pocos metros del mar
Pasando por Viña, su famoso reloj de flores; en el ayuntamiento de Versailles, en París, hay uno igual, aunque no es muy conocido, ya que allí todo queda eclipsado por el palacio de Luis XIV
Al final del día difrutamos de las melodías que nos dedicó Basislio, un encantandor profesor de música que tocaba el piano los viernes en el hotel
Basilio tocando 'Granada' de Agustin Lara

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